Quise tocar el día.
No sentirlo a través de mis pupilas.
Con los ojos cerrados
yo tuve la amapola entre mis dedos,
y la hierba y el agua
y la flor del espino.
Con una sensación nunca gustada
sentí la forma, acaricié el color.
Y fué hondo, más hondo
el deseo de amar todas las cosas.
Fué como si yo misma
modelara en mis manos
el día y la belleza.
Joy Boixet
Hermosa inspiración, llena de belleza.
ResponderEliminarTocaste mas que el día..., los corazones.
Siempre animando! Gracias Amiga!
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